El entramado poético suele develar matices que logran darle estabilidad al edificio discursivo. Todo ese entrecruzamiento de sentido, necesario en un libro de poemas, se halla muy bien expresado en la ópera prima de Donny Portillo Ferro. Desde una voz testimonial y vitalista como canto ambulatorio (a la manera de Ginsberg y Ramírez Ruiz), hasta un lirismo breve y sentimental que acomete la adolescente mirada del poeta. Cada uno de estos rasgos va sumando al proyecto de escritura del autor y enriquece el panorama de la joven poesía apurimeña (Paul Valenzuela Trujillo). CÓMO CANTAR AL DHARMA SI EN LA RAÍZ CUADRADA DEL GIRASOL LOS FÍSICOS SOSPECHAN I Hoy no siento frío hermanito La poesía es la chompa a rayas que tejió mi madre Para abrigarme de los roídos del mundo y el impune corazón. Roídos que cruzan mi puerta Y andan de arriba abajo A tientas Como un ángel vagabundo Trazando la intersección de mariposas y helicópteros Desmesurando al alma de mi témpano n
La poesía de Hernán Hurtado Trujillo siempre ha tenido la virtud de expresar una actitud crítica frente a las convenciones sociales; sin embargo, no todo pasa por enumerar todo lo malo que venimos haciendo desde que forjamos nuestro andar bípedo, ya que su palabra no es ajena a la esperanza de transformación dialéctica de la realidad, más por su herencia andina de valores colectivos que por sus lecturas de clásicos occidentales. En fin, con ayuda de estos poemas podremos ejercer nuestro derecho a cuestionar todas aquellas estructuras que nos privan de una verdadera emancipación del pensamiento (Paul A. Valenzuela Trujillo). LA LÁMPARA DE DIÓGENES Con una lámpara encendida Diógenes recorre en pleno día la enmarañada ciudad del alma entre rascacielos sumergidos en niebla metálica Observa a tenderos enrejados: prisioneros de sus bienes con menos libertad que el ladrón de cuatro esquinas A miles de almas chin chin que orejean en el supermercado les grita: ¡Aquí hay completamente todo